Él era un desconocido, como otro cualquiera con el que caminas hasta un semáforo y después no vuelves a ver más. Pero él llego en un mal momento, estaba rota por dentro pero iba de dura y no pedia ayuda, él, sin conocerme de nada supo como arreglarme. Llego como si nada un día triste, y consiguio hacer ese día un poco menos triste, saco una sonrisa donde nadie más supo verla. Al principio era eso, sólo un desconocido con unas cuantas cosas en común conmigo y poco más, luego sin saber como ni porque le vi tan bueno y tan, yo que se, algo vi que me hizo confiar en él, y le conte todo, lo que me preocupaba, lo que me sentaba mal, lo que me hacia estar triste, y él, estuvo ahi, escuchando o leyendo cada una de mis rayadas, haciendome reír para que se me pasaran, eso hizo que dejase de ser un desconocido y paso a ser mi amigo. Los amigos quedan y hacen cosas juntas, y nosotros pues haciamos eso, y un día me llevo a jugar al billar, bendito ignorante él que no sabia que yo de billar no sabia nada, y él con su tremenda paciencia me enseño, pero ese día algo cambio, aunque no lo notamos hasta que no nos despedimos (tardamos como una hora en irnos a nuestras casas). Ese día me abrazo por primera vez, y aunqu no tenia miedo me sentí protegida y sentí algo que hacia demasiado que no sentía, y aunque no fue hasta mas tarde cuando cambio, ese día dejamos de ser amigos. Más tarde me fuí con mi mejor amiga a Burgos unos días y nos pasamos noche y día hablando, (aún más que aqui en Madrid), y al volver quedamos, me fue a buscar a tomar por saco. Y esa noche, fue una noche perfecta, cena, peli, y no se que maldito bicho me pico (la maldita de mi mejor amiga y su voz en mi cabeza puede que ayudase a tomar mi decisión) y le bese, ya todo era diferente y me deje llevar por lo que sentía y arriesge. Y aunque le hice sufrir un poco con mi lio mental sobre si salir con él o no, pero un día 29 (número que no me gusta para nada, y él lo sabe) dejamos de ser esa cosa rara que no sabia definirles a mis amigos y me pidio ser su novia formalmente y no por whatsapp y a pesar de que estaba muy colorada le dije que si. Y a día de hoy, que aunque no llevamos mucho tiempo juntos, puedo decir que le quiero, con sus tonterias y sus caras bobas, que me pone nerviosa que me toque la nariz y la tripa constantemente para chincharme pero le hace único, que me encanta la carita de concentrado que pone, que me gusta cuando me quita el pelo de la cara y me acaricia, que pierdo la cordura cuando me besa y me vuelvo loca cuando no puedo verle, que me encanta cuando se indigna por llamarle soso cuando se acuesta pronto, que despertar con él a mi lado a sido de las cosas más bonitas que me han pasado últimamente, que sabe tan bien como soy que a veces hasta me asusta, que aunque es un bobo, es mi bobo y me encanta que lo sea.
